Farruca can
Potra con una gran belleza en su cuello y engarce nuca-cabeza. Armonía en sus proporciones. Tren posterior excelente que le aporta la fuerza y el empuje. Características buscadas y deseadas por todos los aficionados, y una gran fidelidad racial. Encierra la carga genética de lo mejor que nos dio el siglo pasado. Por parte de padre la funcionalidad y fuerza que aporta Lebrijano III y por parte de madre los mejores movimientos y elegancia de Albero II, y sus hijos Esencial.